05 Feb

Este es un post dedicado para ti, joven que te inicias en este apasionante mundo de la abogacía, pero también para ti, divorciado o divorciada inmersa en el desafiante y transformador mundo del DIVORCIO.

Hace año y medio que empezamos a ser visibles en internet. Nuestro objetivo, y lo que nos sigue impulsando a la fecha cada día para seguir generando contenidos de valor, es pensar que, cada vez que creamos un contenido y lo subimos a nuestros canales, esa información es útil y ayuda a muchas personas.

Lo que no sabíamos hasta hace poco es que además de ayudar a padres y madres que se inician en el camino del divorcio, o ruptura de pareja con hijos, también estamos ayudando a muchos jóvenes abogados que empiezan en este campo de ejercicio profesional.

Recientemente, hemos tenido la oportunidad de contactar con dos jóvenes compañeros abogados, que se inician en este camino del ejercicio en el derecho de familia, y que se han atrevido a contactar con nosotros vía mail, whatsapp, teléfono, con el ánimo de conocernos.

Debo dejar reflejado que este post esta inspirado en esos jóvenes compañeros, porque a nosotros, pese a llevar más de 22 años de ejercicio, no se nos ha olvidado que seguimos siendo unos aprendices de este mundo y todavía guardamos en la memoria los sudores y lo mal que se pasa cuando empiezas a ejercer y todo te resulta desconocido. Y con todo ello, lo mucho que agradecías en esa época, ahora también, que una mano amiga te eche un cable en un momento de incertidumbre.

Y si algo valoramos, es que compañeros abogados se atrevan a ponerse en contacto con nosotros, con otro despacho de abogados. Nos emociona saber que cuando les llamamos nos digan entusiasmados que los contenidos de nuestro blog y nuestros vídeos les están ayudado mucho a saber como plantear un caso, en el que ellos por su juventud y corta experiencia tenían mil y una dudas en cómo plantearlo.

 

Nos gusta plasmar todo el contenido que sabemos en nuestros post y vídeos, porque somos conscientes de que cuando enseñamos a los demás es cuando más y mejor aprendemos.

La mejor manera de aprender sobre una materia y consolidar los conocimientos es enseñando a otros. Por eso, a nosotros nos encanta compartir todo lo que sabemos. Absolutamente todo.

Hay compañeros que lo ven como un error. Incluso muchas personas nos repiten “dais mucho valor, no deberíais darlo todo de forma gratuita”. Pero nosotros somos de la opinión de que hay que dar sin esperar recibir nada a cambio. Cuanto más das más recibes. Porque el verdadero secreto de la vida es ayudar al mayor número de personas posible a través de aquello que haces.

La gran ventaja que tienen las nuevas generaciones de abogados frente a la nuestra, es que están en la era de la información y que en internet pueden encontrar valiosísima información gratis, que les ayudarán a solucionar aquellas incógnitas que a ellos ahora se les presentan.

Para todo lo que te puedas imaginar, hay alguien que ha vivido la situación que ahora no sabes resolver y se ha molestado en dejarla por escrito o en video.

Es como ocurre con los libros, a los que nosotros somos grandes apasionados. La gran ventaja de buscar un libro sobre algún aspecto que todavía desconoces, es que siempre hay alguien que ya ha recorrido el camino y se ha molestado en plasmar su experiencia por escrito para ayudarte.

Hace varios meses, en el despacho avisamos a nuestra compañera de administración que, si entraba una llamada de alguien pidiendo ayuda sobre un tema legal de familia, en lugar de tomar los datos para contactar después, pasara directamente la llamada a los abogados que estuvieran disponibles, aunque estuviéramos haciendo otras cosas u ocupados.

Pues esa mañana de hace unos meses, tuve la gran sorpresa de contestar una llamada que me dijo:

Hola Javier, soy un compañero abogado de familia  y sólo quería decirte que vuestros contenidos me encantan. Soy fan vuestro y quiero ser como vosotros. Me gustaría poder conoceros personalmente y aprender de vosotros.

En ese momento me sentí abrumado porque jamás pensé que todo el esfuerzo diario iba a dar como resultado que alguien quisiera ser como nosotros.

Esa llamada se materializó la semana pasada en una comida, en la que pudimos conocernos personalmente y hablar con este joven abogado, que está teniendo la valentía, como muchos otros jóvenes abogados, de abrirse un camino en el complejo mundo de la abogacía del derecho de familia.

A mediados del pasado mes de julio, una joven compañera abogada de Madrid, también se atrevió a enviar un mail indicando que había leído uno de nuestros posts y que le gustaría poder comentar un caso con nosotros para conocer nuestra opinión. Se sorprendió cuando la llamé personalmente y le pregunté cómo podía ayudarla.

Esta compañera me dijo que ella no era especialista en derecho de familia y que llevando un caso de familia le había saltado una duda, y al navegar por la red en busca de información nos había encontrado a nosotros y los artículos del blog le habían parecido valiosísimos y de mucho valor.

Recuerdo que me dijo “se nota que son experiencias reales porque vais al grano, contáis lo verdaderamente útil. Y es una información muy valiosa para los que no estamos especializados. Se aprende muchísimo leyendo vuestro blog”.

El primer mensaje que debes sacar del post de hoy es que, si eres compañero abogado y tienes alguna duda con un tema de familia, no debes tener miedo en preguntar. A tu alrededor siempre vas a encontrar compañeros con más experiencia dispuestos a compartir su experiencia. 

Y si no encuentras, nosotros estamos encantados de poder ayudarte. Atrévete y envíanos un whatsapp al +34 627 532 798 o envía un mail con tu duda a info@casasempereabogados.com y compruébalo.

Cuando iniciamos nuestro proyecto siempre tuvimos en mente que, cuando consiguiéramos resultados, dedicaríamos parte de nuestro tiempo y esfuerzo en transmitir lo que habíamos aprendido a todos aquellos compañeros abogados que quisieran aprender y mejorar su vida.

No hay nada tan bonito que contribuir. Es el verdadero significado de esta vida. Y, además, cuando ayudas a los demás a mejorar su vida, de forma automática también estas mejorando la tuya.

¿QUE SIGNIFICA SER ABOGADO?

Ser abogado es una vocación. Sólo aquellos que se dedican a esta profesión y sienten pasión por lo que hacen, entienden a lo que me refiero.

Esta semana tuve la oportunidad de tener una charla telefónica con Felipe Fernando Mateo Bueno, un gran compañero del derecho de familia y mejor persona.

Precisamente hablamos de que estaba preparando este post y de que esta profesión sólo se aguanta si sientes auténtica pasión y vocación por ella.

El abogado nace, aunque después se hace mejor con el tiempo y la experiencia. Pero la adrenalina que genera el estar en una sala de vistas es una sensación que sólo gusta a unos pocos elegidos.

Lo primero que debes saber si te estás planteando ejercer como abogado es que no todos los que terminan la carrera de derecho sirven para ejercer.

¿Y cómo puedo saber si valgo? Es sencillo, debes pasar por sala y sentirlo en tu piel.

Si no lo llevas innato en la sangre y no te atrapa el gusanillo de la sala de vistas, es muy probable que termines con un ataque de ansiedad y agobiadísimo, porque todo lo que se vive dentro de la sala de vistas no es apto para cualquiera.

Todos los compañeros que conozco, que disfrutan como niños en la sala de vistas, experimentan un subidón de adrenalina en sala que les es completamente adictiva.

Todos sin excepción remarcamos que nos recarga de energía. Que nos devuelve la vida y al salir sin excepción nos refuerza el motivo por el que elegimos esta maravillosa profesión.

¿CÓMO ES LA VIDA DEL ABOGADO? 

Hay muchos compañeros que se inician en este camino y piensan que vida personal y profesional son dos facetas paralelas y estancas.

Si te vas a iniciar en el ejercicio de la abogacía debes saber que vida personal y profesional son una y van de la mano.

Pero esto ocurre no sólo en la abogacía. En cualquier negocio o actividad en el que de verdad quieras obtener resultados, debes saber que sin absoluta pasión por lo que haces será imposible dedicarle las horas necesarias que te van a permitir alcanzar el grado de conocimiento necesario para poder decir que sabes algo.

Los abogados somos como los médicos. En los cumpleaños, en las cenas, reuniones de amigos siempre nos van a preguntar sobre un problema.

Si cuando estás en alguno de estos eventos, cenas de nochevieja, bodas, bautizos o cenas de amigos, te molesta e incomoda que alguien de los presentes te pregunte sobre un tema legal, tienes ante ti un signo de que quizá no te guste y te apasione tanto ser abogado.

Todos los compañeros a los que les apasiona ser abogado que he tenido el placer de conocer a lo largo de estos más de 22 años, sienten tal pasión por lo que hacen que no sólo no les molesta, sino que se podrían pasar el resto de la velada hablando sobre derecho.

Cuando algo te apasiona de verdad puedes estar horas y horas sin parar hablando sobre ese tema porque lo vives. Además, encandilas explicando tus vivencias porque lo transmites con toda tu pasión.

Cuando decides ser abogado no puedes dejar de lado en tu vida personal la profesión legal porque los problemas de los clientes surgen cuando menos te lo esperas.

Si estás de fin de semana y detienen a un cliente no vas a poder decirle “hoy no que es domingo, espérate a mañana lunes que hoy no trabajo. Mañana vuelvo a trabajar”.

O realmente amas esta profesión y la labor de ayudar a los demás, o te vas a chamuscar en ella, porque no hay horarios, salvo aquellos que tú te marques y el trabajo literalmente no se acaba nunca, sólo lo dejamos hasta el día siguiente.

Hoy en día gracias a las nuevas tecnologías, una conexión de internet y tu portátil son los requisitos básicos para seguir trabajando.

Con todos los compañeros que hablo me confirman que disponen de un espacio en casa en el que seguir trabajando, fines de semana o en días festivos o vacacionales.

En el día a día de un abogado, el despacho no se cierra al salir por la puerta al acabar la jornada de los viernes. Todos los que elegimos esta profesión sabemos que trabajar desde casa es otro de los requisitos esenciales que va unido a esta profesión.

En estos nuevos tiempos, además del trabajo legal, hay una infinidad de trabajos adicionales que se hacen necesarios llevar a cabo si quieres destacar entre la marea de competencia.

Recuerda que puedes ser el abogado más brillante y con más conocimientos de España, pero si no te conocen, si no eres visible para tus potenciales clientes, nadie te va a contratar. 

Aprender sobre ventas, marketing y estrategias online es imprescindible en el mundo actual, y mucho más si eres abogado, porque en cualquier otra actividad o profesión el hecho de vender lo llevan más interiorizado.

Si quieres destacar, no puedes seguir haciendo lo que en esta profesión se lleva haciendo durante siglos. El hecho de tener el título, despacho y una placa, ya no garantiza que lleguen los clientes.

Siento decirte que el mundo ha cambiado. Nuestros hábitos y costumbres han cambiado y, si quieres triunfar, vas a tener que ser visible en internet, porque hoy los clientes viven y se mueven en internet.

Si tienes miedo de exponerte porque piensas que va a ser duro y te van a criticar, debes empezar a quitártelo de la cabeza.


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